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 GRAN SALA: exposiciones pasadas

HORROR VACUI.
Arte de la posguerra

14/01/2016 - 28/02/2016

 

artistas

Óscar Soles

Luis Lazo

Dagoberto Nolasco

Negra Álvarez

Romeo Galdámez

Mauricio Mejía

Antonio Bonilla

curaduría

Mayra Barraza

museografía

Carlos Díaz

Mayra Barraza

textos críticos

Exposición

Mayra Barraza

Astrid Bahamond

Catálogo

Ricardo Roque Baldovinos

Amparo Marroquín

Miguel Huezo Mixco

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La producción de imágenes forma parte de un sistema de lenguaje que expresa el conocimiento de un determinado modelo de sociedad. La obra de arte es como un presente del pasado, un signo comunicante de una concepción del universo. Esta nace en un contexto histórico, tiene un origen, un autor, una finalidad, unos destinatarios y unos condicionantes económicos, ideológicos, sociales y poéticos.

 

Es por ello que dentro del marco de la celebración del 24° aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz de El Salvador, esta muestra inédita aspira desde su concepción, “repensar la posguerra desde las artes visuales mediante la obra de artistas activos desde la guerra hasta la actualidad, utilizando elementos comparativos con el barroco hispanoamericano bajo el concepto del horror vacui, tomando en cuenta cuatro ejes temáticos: sangre y zozobra, identidades híbridas, amparo religioso y nuevos horizontes“.

 

El barroco como estilo que ha prevalecido en nuestra historia del arte desde el precolombino, siglo III a.C. hasta el XVI d.C., con sus características formales y su legado documental histórico, en el cual espacios relativamente limitados son saturados de una abigarrada signografía estética, aún injustamente incomprendida y, que responde al fin barroco de dejar plasmadas una cosmogonía y una misión: concretar reiteradamente su tiempo en términos visuales.

 

Durante la conquista el arte juega un papel determinante, el estilo barroco de la Contrarreforma europea durante el siglo XVI: la exacerbación, la parafernalia escenográfica, la música sacra, la curva como estructura pregnante, la iglesia como paramento para ser complementada por imaginería bidimensional y tridimensional con tenebrismo, claroscurismo, churriguerismo, realismo, movimiento, exvotos fetichistas que la gente adoraría con fervor, son algunas de las herramientas que caracterizaron este tiempo-espacio.

 

En El Salvador ha quedado muy poco de nuestro arte colonial, sin embargo la tradición del sincretismo en nuestra identidad se verifica en nuestro temperamento, manera de pensar y comunicar: el adolecer de vacíos espirituales y existenciales que se evidencian en nuestra fragilidad, nos permite, por tanto, temer inconscientemente ese vacío y lo llenamos con manieristas manifestaciones. En la historia del arte de nuestro siglo XX los artistas más sobresalientes del período de preguerra como Carlos Cañas y Benjamín Cañas –entre otros- imponen la neofiguración con acentuados elementos barrocos en la época de los setentas.

 

La selección de obras creadas desde 1991 al presente, por artistas de larga trayectoria, es idónea para este fin: Óscar Soles, Luis Lazo, Dagoberto Nolasco, Negra Álvarez, Romeo Galdámez, Mauricio Mejía y Antonio Bonilla, nos revelarán el paso histórico de nuestro tiempo.

 

Astrid Bahamond Panamá

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