SALA  NACIONAL  DE  EXPOSICIONES
SALARRUÉ

El artista pertenece a una corriente moderna del arte japonés del siglo XX, considerada como una de las más influenciadas por los ismos europeos: cubismo, expresionismo y surrealismo que en esta obra combina a cabalidad.

Desde sus comienzos en el mundo artístico Roberto Galicia demuestra su capacidad intelectiva y como investigador técnico. Su credo estético, en una primera etapa, se resume en su búsqueda ancestralista de temas precolombinos en su obra, en la cual la superposición de planos dentro de la estructuración y las tonalidades terráqueas provienen de la cerámica prehispánica. Posteriormente, definiría su estilo en una peculiar abstracción geométrica, donde el color sorprende por su brillantez cromática.

En “Coche de Monte”, Tala García se inspira en la fauna propia de la región que, reproduce con naturalismo zoomorfo puro, donde destaca su dominio tridimensional. En esta obra, el elemento visual dominante es la línea, enérgica, que el autor utiliza como medio para presentar la forma palpable. Su fluida cualidad lineal contribuye a la libertad de expresión, y sin embargo también es precisa: posee una dirección y un propósito, cumple algo definido, es rigurosa y técnica.

El fondo acuático de Contracorriente le permite conjugar los elementos visuales de tal modo que la pictoricidad mantiene la sensación de movimiento perenne en el desarrollo de la composición. La grandilocuencia del formato, la perspectiva aérea, la luminosidad y degradación de gamas cromáticas en glaucas y cristalinas pinceladas, refuerzan la textura y realismo de la composición.

En la obra tallada en piedra y titulada “Amistad”, no dejamos de advertir la relación con el arte precolombino y su contemporaneidad gracias a la propuesta modernista del autor.

Para Julia Díaz la realización de este ejercicio académico le permitió componer, en la mayoría de sus propios retratos, fondos oscuros y abstractos en los que resaltan lumínicamente los rostros.

Esta réplica de la obra por el artista francés Honoré Daumier (1808-1879) titulada Crispin y Scapin fue realizada por la pintora salvadoreña Julia Díaz (1917-1999) durante su estadía en Europa entre 1948-1953.

En su obra “La entrega”, el artista crea desde la esencia de su lenguaje visual, que comprende tanto su cosmovisión como su propuesta estética, signografías pintadas en colores puros, primarios y vibrantes.

El motivo de esta composición está inspirado en el arte precolombino, etapa en la cual durante los sesentas, artistas abstractos nacionales tanto como estructuralistas como Raúl Elas Reyes, buscaban la recuperación ancestral, estética y antropológica del arte nacional.

Marcelino Carballo (1860-1949) nace en Zacatecoluca y se considera un autodidacta. Abre una Escuela de Pintura en su ciudad natal, de la cual es conocido como su discípulo por excelencia Camilo Minero (1917-2005). Esta obra desde el punto de vista histórico se considera importante por ser una pintura de transición, es decir que su contenido corresponde a motivos religiosos como resabio de la tradición colonial...

Esta zoomorfia fantástica concreta su convicción estética: cada artista hace lo que debe hacer si es sincero consigo mismo. El Monstruo marino está configurado por la línea pregnante mixta, su dirección es en sentido diagonal y circular, donde se pronuncia una sensación de movimiento constante...