GRAN SALA: exposiciones pasadas
A CIELO ABIERTO.
Construcciones espacio-temporales de género
03/03/2016 - 17/04/2016















artistas
ELISA ARCHER
BEATRIZ CORTEZ
LICRY BICARD
MURIEL HASBÚN
NATALIA DOMÍNGUEZ
CARMEN TRIGUEROS
ROXANA CASTRO
NEGRA ÁLVAREZ
YANIRA ELÍAS
GOTHY LÓPEZ
MARIELOS IMERY
BEATRIZ DELEÓN
SARA BOULOGNE
TITI ESCALANTE
SONIA MELARA
CATALINA DEL CID
AMBER ROSE
ALEXIA MIRANDA
MELISSA GUEVARA
NICOLE SCHWARTZ
ASTRID SUÁREZ
ANA ZAMORA
ABIGAIL REYES

curaduría
Mayra Barraza

museografía
Carlos Díaz
Mayra Barraza

textos críticos
Exposición
Mayra Barraza
Catálogo
Tania Pleitez-Vela
Evelyn Galindo Doucette
Ana Inti Marroquín
La producción de imágenes forma parte de un sistema de lenguaje que expresa el conocimiento de un determinado modelo de sociedad. La obra de arte es como un presente del pasado, un signo comunicante de una concepción del universo. Esta nace en un contexto histórico, tiene un origen, un autor, una finalidad, unos destinatarios y unos condicionantes económicos, ideológicos, sociales y poéticos.
Es por ello que dentro del marco de la celebración del 24° aniversario de la firma de los Acuerdos de Paz de El Salvador, esta muestra inédita aspira desde su concepción, “repensar la posguerra desde las artes visuales mediante la obra de artistas activos desde la guerra hasta la actualidad, utilizando elementos comparativos con el barroco hispanoamericano bajo el concepto del horror vacui, tomando en cuenta cuatro ejes temáticos: sangre y zozobra, identidades híbridas, amparo religioso y nuevos horizontes“.
El barroco como estilo que ha prevalecido en nuestra historia del arte desde el precolombino, siglo III a.C. hasta el XVI d.C., con sus características formales y su legado documental histórico, en el cual espacios relativamente limitados son saturados de una abigarrada signografía estética, aún injustamente incomprendida y, que responde al fin barroco de dejar plasmadas una cosmogonía y una misión: concretar reiteradamente su tiempo en términos visuales.
Durante la conquista el arte juega un papel determinante, el estilo barroco de la Contrarreforma europea durante el siglo XVI: la exacerbación, la parafernalia escenográfica, la música sacra, la curva como estructura pregnante, la iglesia como paramento para ser complementada por imaginería bidimensional y tridimensional con tenebrismo, claroscurismo, churriguerismo, realismo, movimiento, exvotos fetichistas que la gente adoraría con fervor, son algunas de las herramientas que caracterizaron este tiempo-espacio.
En El Salvador ha quedado muy poco de nuestro arte colonial, sin embargo la tradición del sincretismo en nuestra identidad se verifica en nuestro temperamento, manera de pensar y comunicar: el adolecer de vacíos espirituales y existenciales que se evidencian en nuestra fragilidad, nos permite, por tanto, temer inconscientemente ese vacío y lo llenamos con manieristas manifestaciones. En la historia del arte de nuestro siglo XX los artistas más sobresalientes del período de preguerra como Carlos Cañas y Benjamín Cañas –entre otros- imponen la neofiguración con acentuados elementos barrocos en la época de los setentas.
La selección de obras creadas desde 1991 al presente, por artistas de larga trayectoria, es idónea para este fin: Óscar Soles, Luis Lazo, Dagoberto Nolasco, Negra Álvarez, Romeo Galdámez, Mauricio Mejía y Antonio Bonilla, nos revelarán el paso histórico de nuestro tiempo.
Astrid Bahamond Panamá